Demanda de tractores en México
Para actualizar los datos sobre la tractorización en el país, se confronta un serio problema de falta de los datos significativos para esa estimación están contenidos en diversos estudios y diagnósticos, siendo los más relevantes:
- En 1982 se tenían en activo 157 964 tractores con una potencia de 6 700 000 hp con un promedio de 42 hp/tractor (31,1 kW).
- El programa de desarrollo rural integral (PRONARI) estimo para 1988 una necesidad de 19 729 tractores de los cuales 14 572 eran para reposición y 5 157 para incrementar el parque.
- Según el VII Censo Nacional Agropecuario de 1991 se tenían en el país 177 000 tractores de los cuales 25 000 estaban fuera de servicio, no se indica el grado de deterioro de la maquinaria.
- La Secretaria de Agricultura, a través de la coordinación general de delegaciones estimo en 1995 un total de 190 200 tractores activos.
El análisis del escenario permite concluir que a partir de una frontera agrícola con 24 000 000 ha, con una superficie mecanizable de 18 600 000 ha, se requerirían del orden de 360 000 tractores, con potencias de 50 a 60 hp (37,2 a 44,7 kW) si las suposiciones del escenario son válidas, el parque actual tendría del orden de 217 300 tractores activos, lo cual representa el 60% de las necesidades de mecanización. Otro indicador resultante del análisis del escenario es la composición porcentual del equipo que queda obsoleto con relación al total de tractores adquiridos, este indicador sugiere que la mayor parte de los tractores que anualmente se incorporan al parque de maquinaria están destinados a la renovación de equipos obsoletos (Negrete 2006). Así mismo Aburto (1984), estimó para 1992 un parque de tractores de 161 052, originando para ese año un déficit de 43 778.
El número de tractores en el país fue estimado en 134 205 en 1992 con un promedio de potencia de 60 kW (80,4 hp) (Lara, 2000).
Así mismo Camarena citado por Lara (2000) estimó 200,000 tractores en 1998 con un promedio de potencia de 52,5 kW (70,4 hp).
Estimaciones de la industria indican que el parque de ma- quinaria agrícola en 2003 ascendió a 175 000 tractores, los que trabajan una superficie de 18 000 000 ha (Negrete 2006).
Reina (2004), estimó según Faoestat, para México 324 890 tractores con un promedio de potencia de 65 kW (87 CV) para una superficie de 27 300 000 ha.
En 2008 de acuerdo con el centro de investigaciones inter- disciplinarias para el desarrollo rural integral CIIDRI en todo el país operan 324 mil tractores de todas las marcas. Jiménez et al. (2008). Estos datos difieren notablemente con los del censo de 2007.
En el país según Masera (1990), la superficie para hacer rentable la adquisición de un tractor mediano es de por lo me- nos de 25 ha.
En el mundo la mayoría de las propiedades agrícolas cultivados son áreas de poca extensión (55% son menores de 4 ha). Estudios señalan que la potencia óptima para una granja de 4 ha es de 3,9 hp. Como consecuencia de esta magnitud de potencia, la solución dada para los problemas de mecanización, ha sido el diseño de pequeños tractores (Cortez, 2011).
En México las propiedades agrícolas tienen un promedio de dimensiones de tamaño pequeño las cuales se mencionan a continuación, menor de 2 ha, el 29,5%, entre 2 y 5 ha el 24,2%, más de 5 ha 36,1%.
Lo que indica que los propietarios de 2 ha y los que poseen entre 2 y 5 ha que suman más del 50% de propietarios no tienen la opción de un tractor para mecanizar su producción, pues los tractores de gama baja que son los apropiados para el tamaño de propiedad de los pequeños agricultores, no están disponibles y cuando lo están que como ya se describió se im- portan de otros países lo que encarece su precio por el tipo de cambio del dólar, además de otros factores. Aunque a partir del
2006 se inicio la importación de tractores chinos de los cuales dos marcas ofertan tractores de baja potencia YTO y Jinma, lo que significa que ya están disponibles tractores que aún son de demasiada potencia para el promedio de propiedades en México, pero cubren un sector no atendido durante muchos años. Para remediar dicha situación se podrían producir tractores de diseño nacional y del tamaño adecuado a la mayoría de propiedades agrícolas en el país, como los tractores de la UNAM, el TractoSEP, y el motocultor de alto despeje; que son diseños de instituciones gubernamentales, el primero del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, el segundo fue un proyecto conjunto entre el Centro de Ingenie- ría y Desarrollo Industrial (CIDESI) de Querétaro, el Instituto Tecnológico de Oaxaca y el Instituto Tecnológico Agropecuario de Oaxaca (ITAO), y el último de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Guanajuato; en los cuales se ha invertido dinero, tiempo y esfuerzo, pero que no han cristalizado por fal- ta de visión de los tomadores de decisiones.