El dióxido de carbono (CO 2) no es el único gas de efecto invernadero. Además del CO 2 los siete principales GEI son: 1) el metano (CH4); 2) el óxido nitroso (N2O); 3) los fluorocarbonados (CCL 2F2); 4) los hidrofluorocarbonados (CCl2F2); 5) el perfloroetano (C2F6); el 6) hexafluoruro de azufre (SF6); y 7) el vapor de agua.
Cada uno de los GEI tiene diversa capacidad de atrapar el calor solar que devuelve la Tierra en forma de radiación infrarroja. El vapor de agua es el más potente y en un día claro puede explicar hasta 65% del efecto invernadero. Sin embargo, la mayor parte no la producen los humanos, ni la podemos controlar directamente: cuando la temperatura sube, la evaporación y las concentraciones de vapor de agua aumentan automáticamente. Por eso, en las estrategias para enfrentar el cambio climático no está contemplado.
Después del vapor de agua, el CO2 es el mayor causante del efecto invernadero producto de la acción humana, y explica aproximadamente 25% del mismo.
Algunos GEI capturan la radiación mejor que otros, como es el caso de los fluorocarbonados, cuya concentración en la atmósfera es relativamente baja, pero cuyo poder es relativamente mayor que otros GEI.